Como cada
octubre por tierras del Garraf catalán se celebra la 47ª edición del festival
internacional de cine fantástico de Catalunya Sitges 2014. Este año nos
encontramos con nada menos que 40 películas en la sección oficial a competición
lo que ha supuesto para los miembros del jurado todo un “tour de force” poder
votar la mejor película del certamen con tanto título. Las tres salas del
festival se encuentran sin literalmente hueco para poder programar más con lo
cual en 10 días tenemos una selección de más de 200 películas para elegir.
Ante
semejante avalancha mucha prensa escrita ha definido este festival como el
“make yourself” de los festivales o hazte tu propio festival a tu medida,
gustos y necesidades. Una muy buena opción bajo mi punto de vista ya que cada
persona vivirá su propia aventura cinematográfica y eso pocos festivales lo
ofrecen.
Pero, según fuentes
fidedignas de prensa y radio, el director desde el año 2001 Ángel Sala comentó
que desde el festival quieren dar un giro radical para el año que viene o el
siguiente y proyectar menos películas y menos secciones donde el público
seguirá siendo protagonista con sus votaciones. Todo cambio si es a mejor está
perfectamente comprendido, ¡larga vida a nuestro festival catalán venerado en
todo el mundo!
Este año la
oferta ha sido generosa tanto en cantidad como en fantástico de calidad venido de
todas partes del globo con una menor afluencia del antaño prolífico cine
asiático y la animación.
Mi “make yourself” en elecciones del festival fueron:
The world of
kanako (Tetsuya Nakashima 2014 Japón)
Cuando
Kanako, hija pródiga y alumna intachable, desaparece, su madre no duda en
llamar a su exmarido, un policía poco ortodoxo. A medida que la investigación
avanza, la imagen idealizada de Kanako se va resquebrajando, dejando entrever
que, bajo la excelencia, la chica esconde otra vida, más oscura y
secreta.
Siempre se
ha dicho que la sociedad japonesa está más adelantada que otras sobre todo
respecto a la tecnología, pero lo que el director nos muestra aquí es una
decadente y desquiciada juventud que vive en un mundo mega evolucionado y
peligroso a escondidas de sus adultos. Y aquí es donde entra en acción el padre
en cuestión, un ex detective alcohólico, violento y separado de su familia, que
deberá descender a los infiernos para salvar a su pupila.
La
investigación de su desaparición nos cuenta a modo de flashbacks en el tiempo
todo lo sucedido en el entorno extra-escolar de la joven Kanako y sus genes
darán cuenta de lo que es capaz de hacer en su mundo sin valores, ya lo dice el
dicho, de tal palo…
Nos
encontramos ante un film con una estética muy cuidada como ya es normal en el
cine de Tetsuya Nakashima, mezcla de escenas muy locas del prota con otras
video-cliperas que dan un buen resultado en sus 2 horas de duración. Aunque eso
sí, tras ver esta “el mundo de kanako” mucha gente recordará y comentará que
Confessions es su obra cumbre sin duda.
Una nueva
vuelta de tuerca japonesa del personaje atormentado hasta niveles en ocasiones
excesivos que recuerda la trilogía de la venganza de Park chan-wook y una feroz
interpretación de Koji Yakusho que se come la pantalla de un bocado. Final con
un desenlace brutal como era de esperar en estas producciones niponas.
The double
(Richard Ayoade 2013 Reino Unido)
Adaptación
contemporánea de la novela de Fiodor Dostoievski sobre un burócrata que empieza
a perder la cabeza cuando un doble exacto a él aparece trabajando en su misma
oficina y parece tener intenciones de suplantarle.
Simon James
encarna al perdedor en una sociedad que lo rechaza pero que en cambio cuenta
con un gran talento en su trabajo aunque sea ninguneado.
El director
Richard Ayoade, el comico británico de la serie los informáticos (the IT crowd)
nos plantea un juego entre los dos personaje idénticos que representan sus dos
personalidades totalmente opuestas, Jekyll y Hyde, aunque en este caso nos
revela un camino hacia la autoestima y un desenlace menos tortuoso que el de la
novela de 1848.
Un mundo
distópico y kafkiano con toques de la película Brazil de Terry Gilliam y con un
diseño y universo lleno de detalles que llaman constantemente la atención del
espectador, ascensores, luces, televisores y fotocopiadoras se unen en pro de
hacer la vida imposible al pobre Simon. El cuento de Ayoade es también una
tierna historia de amor y superación sobre la existencia mezclado todo con
dosis de humor sarcástico, el hombre corriente en un sistema establecido,
capitalista y que le deja sin libertad como ser humano.
Con unas
interpretaciones más que correctas de los personajes la película nos podría
haber mostrado más concretamente y adentrarse mucho más de lo que lo hace en
los males del capitalismo actual. En resumen, una historia compacta, correcta y
con una música que crea la atmosfera perfecta en cada escena. Además con un
mensaje esperanzador y feliz como colofón, “si te lo propones, todo es
posible”.
No tears for
the dead (Lee Jeong-Beom 2014 Corea del Sur)
No es
habitual que Gon, un experimentado asesino a sueldo, cometa un error; pero tras
matar por accidente a una niña, le encargan eliminar también a la madre, una
mujer envuelta en una peligrosa conspiración. Cuando Gon se enamore de su
objetivo, su profesionalidad se verá terriblemente comprometida.
A veces hay
escenas que por un motivo u otro nos dejan huella y un recuerdo agradable
cuando recordamos una película en cuestión y esta película del director de “El
hombre sin pasado” tiene un inicio impecable en un night-club que nos introduce
en una trama de mafias hasta el climax final del enfrentamiento.
Entre medias
lo que todos esperamos, es decir, presentación de los personajes y argumento
obligado aunque la narración se ralentiza demasiado, quizás debido a un
arranque más que correcto y que nos da esperanzas de que lo que vendrá será
parecido.
El director
repite género y estilo visual lo cual es un disfrute en las escenas de acción
rodadas con detalle y virtuosismo donde la coreografía y fotografía están a la
altura. Historia de bandas con alguna que otra elipsis argumental y personajes
que luchan por la supervivencia propia o del clan.
Una película
muy al estilo del cine de acción de hong-kong pero que está rodada en corea del
sur, otra nueva muestra del buen cine que se está realizando por ese país y en
el que se han especializado de manera notable. Un conjunto aceptable y
sobretodo una posibilidad de ver cine de fuera de nuestras fronteras y de
género ya que no tendremos oportunidad de degustar por no tener distribución en
nuestro país.
Over your
dead body (Takashi Miike 2014 Japón)
Un grupo de
teatro ensaya un clásico de misterio, en el que la traición y la venganza
ocupan un lugar central. La vida entre bastidores se verá salpicada de sangre
cuando lo fantasmagórico abandone la ficción e irrumpa con terribles
consecuencias en la realidad.
El bueno de
Takashi tiene un don para esto del cine puesto que hay pocos directores que
cada año nos distraigan con 2, 3 o incluso más películas como hace Miike aunque
claro todo tiene sus pros y contras.
En este caso
no estamos delante de un encargo ni pifia como a veces es común en su cine, su
film se centra en una obra de teatro japonesa de fantasmas muy famosa llamada
“Yotsuya Kaidan” escrita en 1825 por Tsuruya Nanboku IV la cual sigue siendo
una influencia y fuente de inspiración para el horror nipón.
Como
espectadores veremos cómo transcurre la vida entre bastidores de los actores
sobre todo cuando entren en juego las consecuencias de que la ficción se
convierta en realidad.
Es aquí
donde se centra el encanto del film, en ir desgranando las diferentes partes de
la ficción (obra de teatro representada) y la vida cotidiana que se expone para
desembocar en un trágico final.
Las
excelencias técnicas se centran en el detalle y la dedicación que ofrece Miike
a la realización de la obra en la película con unos decorados móviles bonitos y
efectistas.
De nuevo un
thriller con ambiciones y venganzas a partes iguales, con un final que ya nos
tiene acostumbrados desde la excelente “audition (1999)” y que podríamos
llamarlo como “momento Takashi Miike” donde los pelos de punta están asegurados
y que contrasta con lo que hemos presenciado durante el metraje de un film muy
psicológico lleno de flashbacks.
Una
declaración de principios al folklore tradicional japonés del director nipón
con unas interpretaciones y puesta en escena a la altura.
The signal
(William Eubank 2014 USA)
Tres
estudiantes desaparecen sin dejar rastro. Lo último que estaban haciendo era
investigar la pista de un hacker de ordenadores.
A priori,
nos encontramos con un argumento que llama la atención a los fans del género,
tiene unos 40 minutos muy correctos y que auguran una buena trama. Pero a
partir de ahí la trama se hace lenta sobre todo en los interrogatorios y el suspense
que quiere crear el director en el espectador al no querer contar demasiado
pronto que es lo que sucede y dejarlo demasiado tiempo “in the air”.
Es justo
cuando la película se parece bastante a su predecesora “Love (2011)” que narra
la historia de un astronauta solitario en una base espacial, nada que ver por
desgracia pero que nos hace que recordemos la gran “Moon (2009)”, un virtuoso y
asfixiante viaje espacial del hijo del camaleónico David Bowie.
A
continuación en el tramo final de metraje gira por segunda vez su temática y se
convierte en un thriller puro y duro de huida entre los tres personajes
perseguidos por un Lawrence Fishburne en un idéntico papel del que hiciera en “Matrix”
algo que le deja muy encasillado y falto de credibilidad en esta ocasión.
Con un
presupuesto austero la película tiene unos efectos especiales novedosos y
sorprendentes, de momento ya ha sido la ganadora a los mejores efectos
especiales en Sitges 2014 y seguro que recibirá más premios en su carrera por
los festivales.
La
originalidad en este tipo films es difícil ya que el género sci-fi está
bastante trillado en el cine con lo cual siempre hay referencias de algo que ya
hemos visto o que se le parece mucho, es algo normal y lógico. Pero de todas
maneras también tiene su mérito el director en crear algo personal en estos
buenos tiempos que corren plagados de series e historias que tratan el tema de
la ciencia ficción en un futuro cada vez más próximo y real.
En
definitiva, no es brillante pero si que tiene momentos muy notables como el
desenlace final típico de este tipo de historias imaginarias y futuristas,
¡larga vida a la sci-fi!
Las recomendaciones de este año han sido muchas, un breve
repaso de lo que nos puede llegar a las salas:
I origins de Mike Cahill, la ganadora como mejor película de
este año, del director de Another earth vuelve a acercarse al género de una manera muy
personal.
It follows de David Robert Mitchell, un cruce entre el cine
indie y la obra de John Carpenter.
The babadook de Jennifer Kent, una de las sensaciones de los
festivales de género de esta temporada.
Wat we do in the shadows de Taika Waititi, Jemaine Clement.
Unos vampiros de andar por casa nunca mejor dicho.
Young ones de Jake Paltrow, una propuesta fresca y con
imaginación.
A hard day de Kim Seong-hun, humor negro con pulso
hitchcockiano para un thriller con
escenas de acción muy realistas.
Magical Girl de Carlos vermut, un triángulo mágico con un
estilo entre el mejor haneke y
almodobar.
Relatos salvajes de Damián szifron, cine de guerrilla y
humor negro con un reparto estelar.
Tusk de Kevin Smith, el director de Clerks nos relata una
historia de terror tras red state.
The tale of princess Kaguya de Isao Takahata, tras la tumba
de las luciérnagas takahata nos deleita con su cine de animación de muchos
kilates.
Starred Up de David Mackenzie, película independiente con
fuerza y sentimentalismo a partes iguales.
See you next year!
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