En el barrio solía decirse que
Julia era una muchacha por demás extraña. Tenía la habilidad de poder captar
con rapidez todos los matices de un asunto en concreto, desde la solución a un
problema matemático difícil, hasta la explicación de cualquier tontería que
sucedía en la comunidad. La apodaban LLirrce. Era alta, delgada, de corta
cabellera, rasgos tenues; y ojos demasiado grandes que le permitían captar la
realidad, absorberla sin parpadear. La gente del lugar solía acudir a ella pare
pedirle consejos sobre diferentes asuntos; desde un problema familiar hasta la
explicación sobre el origen de la vida.
Una
tarde, luego de la celebración de las fiestas del pueblo, la gente se vió
sorprendida por la llegada de un extraño. Era un hombre de mediana edad, de
apariencia prolija que caminaba por las calles, con mirada inquisidora, aunque
apacible. Siempre llevaba consigo un libro que sobresalía del bolsillo de la chaqueta.
Intrigaba
a la gente que no se atrevía a iniciar ningún tipo de conversación con él. El ritual
se repetía día tras día.
La
gente del lugar decidió a acudir a Llirrce para que diera su opinión sobre el
nuevo visitante; querían saber si se quedaría por más tiempo, cuál era su
ocupación, su nombre. Ella pensó que era una tontería, que no era capaz de
captar la intencionalidad de las personas, y menos aún su personalidad, su
perspicacia sólo llegaba a los sucesos o a la realidad misma.
-Pero las personas son las que
creamos la realidad- dijo una mujer. Entonces fue que resolvió a ir al café.
Cuando
entró, la atmósfera se volvió densa, podía sentirse al respirar. Ella se
dirigió hacia la mesa donde estaba
sentado el hombre. Pudo ver el libro sobre ella de donde sobresalía un papel
que le llamó la atención. Dudó si sería conveniente acercarse más al hombre
para ver mejor el papel, temía que él la
intimidara, aunque decidió salir de la incertidumbre.
Al
acercarse centró la vista en él, pudo distinguir una lista de nombres en una
letra desprolija. Leyó el primero y de inmediato desvió la dirección de su
mirada hacia la del hombre, pero ella se dio cuenta que no era necesaria su
perspicacia ante lo evidente.
18/10/2012
Esta bien lo de mi tocaya pero no he conseguido descubrir quien era el hombre o es que la cosa es así y no se revela. Un saludo.
ResponderEliminarEstá interesante. Muy bien dosificado el misterio, y bastante sugerente.
ResponderEliminarUn saludo.
Muy inquietante. Saludos.
ResponderEliminarLa adaptación de 'Los vengadores' (Joss Whedon) de los comics de Marvel es una gozada. No soy un ávido lector de comics ni suelo ansiar sus adaptaciones cinematográficas, pero 'Los Vengadores' me hizo pasar un rato estupendo como lo habían hecho antes otras pelis como 'Watchmen' o 'Sin City'. Olvidaos de todo prejuicio y disfrutadla!!! Un saludo!!!
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